10 síntomas inequívocos de estrés
10 síntomas inequívocos de estrés
… que tal vez no asocias con estrés
Lee atentamente el siguiente listado y rodea aquellas situaciones que reflejen tu realidad cotidiana.
- Vives como un trastorno cualquier situación que salga de la rutina; incluso un evento que -hasta que se materializa- pensabas estar deseando.
- Arrastras resfriados e infecciones a lo largo del año.
- A menudo te duele el cuello o la espalda.
- Frecuentemente tienes jaquecas o dolores de cabeza.
- Comes con ansiedad o por impulsos.
- Tienes molestias gastrointestinales.
- Tus reglas son irregulares y/o acusas síndrome premenstrual.
- Te encuentras malhumorad@, triste o taciturn@ más a menudo de lo que querrías.
- Te cuesta dormir por la noche. Tienes sueños vívidos y/o recurrentes, hablas o rechinas los dientes en tus sueños.
- Cada mañana aprietas el botón de «snooze» de tu despertador varias veces y no tienes sensación de haber descansado.
Todos y cada uno de los síntomas anteriores (de manera individual o conjunta) son señales inequívocas de un alto grado de ESTRÉS CRÓNICO.
Sin embargo, habitualmente tendemos a justificarlos relacionándolos con hechos puntuales: una mala postura durmiendo, una época de comidas copiosas, habernos acostado más tarde de lo habitual…. y pensamos que la solución estriba en corregir estas situaciones coyunturales en lugar de emprender un CAMBIO ESTRUCTURAL que, en lugar de mitigar el síntoma, erradique directamente la causa del problema.
¿Te identificas con siete o más de las afirmaciones anteriores?
Si tu respuesta es sí, tu cuerpo, tu mente, y tu «yo» emocional están pidiendo a gritos tu atención.
Si, con frecuencia, te escuchas quejarte de no tener tiempo para tí, éste es tu momento.
Nadie va a brindarte ese tiempo. Tienes que reclamarlo tú.
El cambio que estás buscando no va a suceder. Sólo tú puedes hacerlo suceder.
Párate, escúchate y siéntete.
Deja de lado las excusas.
Deja marchar aquello que te hace mal.
Dedica tiempo a lo que te hace bien.
Toma conscientemente la decisión de cuidarte: alimentarte mejor, tomarte la vida de otra manera, ponerte en forma…
Encuentra un propósito, algo que te apasione, algo pequeño que llene cada día de tu vida.
En mi caso, esa pasión se llama YOGA; mi momento mágico cada día es ése en que practico o comparto mi práctica contigo.
En tu caso, tal vez se llamará de otra manera. O de la misma…
Párate, escúchate, siéntete y CREA en cada uno de tus días TU MOMENTO de magia.
Entrada por: Anna Pairaló
Formación en Yoga
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